Una prueba de hermeticidad es un método muy importante que nos ayuda a detectar fugas en la línea de aprovechamiento del gas natural o LP, ya sea industrial, comercial o doméstico.
Como bien sabes, los gases son invisibles, a diferencia de una fuga de agua que puede ser detectada, y aunque puedes utilizar el olfato para ubicar la fuga, puede causarte daños a la salud, por lo que es mejor emplear la prueba de hermeticidad.
En PYPESA te explicaremos en qué consiste, cuántos tipos existen y cómo puedes utilizar este método tan esencial para detectar fugas de gas de manera sencilla y eficiente.
Hermeticidad vienen de la palabra hermético, es decir, que cierra perfectamente de modo que no deja pasar el aire ni el líquido. Esto es esencial en la instalación de gas, mantenerlo sellado para que no se escape de ningún modo.
Lo anterior se consigue bloqueando la filtración del aire tanto externo como interno, mediante el sellado, ya sea soldando o con un material flexible que se adapta la cierre.
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1. Prueba de burbuja: Quizá sea una de las formas más básicas de detectar una fuga. Consiste en poner un poco de solución de agua mezclada con líquido jabonoso sobre la conexión gasífera. Si se forman burbujas de aire quiere decir que se escapa el gas y por lo tanto existe una fuga.
2. Prueba por cambio de presión: Permite detectar una fuga en una red completa de tuberías y accesorios de gas. Consiste en introducir un gas a presión en toda la instalación; por un lado, se introduce aire y por otro, se mide con el manómetro.
Después de un tiempo, hay que revisar que la tubería lo contenga, ya que en un entorno cerrado, la presión se acumula y no se libera. Su disminuye la medición, significa que el aire se fuga por algún punto, por lo tanto se debe realizar una prueba diferente para localizar la fuga.
Cabe señalar que esta prueba no se lleva a cabo con agua, pues las tuberías no están hechas para transportar el líquido, además pueden oxidarse.
El paso final de las pruebas realizadas es reparar la fuga detectada en la estructura. En la mayoría de las ocasiones se lleva a cabo soldando las uniones de los tubos para que queden perfectamente selladas.
Por seguridad, este trabajo debe efectuarse si el flujo de gas ya ha sido interrumpido. Evita arriesgarte, ya que una chispa puede provocar un estallido.
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